Si nos centramos en la definición de la RAE sobre qué es la mesoterapia, encontramos: “Tratamiento de las enfermedades mediante múltiples inyecciones intradérmicas de pequeñas dosis de distintos medicamentos, practicadas en la región afecta.”
Pero quizá solo con esta definición no es suficiente para entender todos sus beneficios y aplicaciones.
Esta técnica utilizada en medicina estética es una solución perfecta para acabar con la grasa localizada y aportar tersura a la piel, y puede ser utilizada tanto en tratamientos corporales como faciales.
Mesoterapia corporal. Perfectamente indicada para reducir la celulitis, eliminar grasa y tonificar la piel. Puede aplicarse en diferentes zonas del cuerpo como abdomen, glúteos, piernas, papada, brazos…
Mesoterapia facial. En este caso el fin que se persigue es aportar luminosidad a la piel además de rejuvenecer el rostro.
Dado que podemos utilizar la mesoterapia con diferentes objetivos y en diferentes partes del cuerpo y rostro, se utiliza una combinación de diferentes sustancias que serán las más idóneas en función de las necesidades y características de cada paciente.
Entre estas sustancias podemos encontrar medicamentos homeopáticos, antioxidantes, vitaminas, oligoelementos, aminoácidos o ácido hialurónico, por ejemplo.
Es importante tener en cuenta que es necesario seguir una rutina de sesiones determinadas, dependiendo del efecto que estemos buscando y de las necesidades específicas del paciente, para conseguir los efectos deseados.
Como ves la mesoterapia ofrece una buena cantidad de opciones de tratamiento, tanto a nivel corporal como facial.
Como todo tratamiento médico estético precisa de formación especializada con la que poder garantizar la consecución de los objetivos que se persiguen sin poner en riesgo la seguridad de cada paciente.
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