Uno de los pilares más clásicos —y al mismo tiempo más actualizados— en dermoestética avanzada es el uso de peelings químicos para renovar la piel, unificar el tono y tratar múltiples imperfecciones sin recurrir a tratamientos invasivos.
¿Cómo funcionan los peelings?
Los peelings utilizan sustancias como el ácido glicólico, salicílico, mandélico o tricloroacético (TCA), según el objetivo deseado. Al aplicarse, estas sustancias exfolian las capas superficiales o medias de la piel, eliminando células muertas y estimulando la regeneración celular.
Beneficios clave:
- Atenúan manchas solares y melasma.
- Mejoran el acné activo y las marcas residuales.
- Unifican el tono y mejoran la textura.
- Activan la producción de colágeno.
Tipos de peeling en dermoestética avanzada:
- Superficial: ideal como mantenimiento o inicio de tratamiento.
- Medio: útil en signos visibles de envejecimiento o pigmentación irregular.
- Profundo: reservado a profesionales con amplia experiencia, para rejuvenecimiento intensivo
Es fundamental conocer bien los fototipos cutáneos, el historial del paciente y el estado de la piel para aplicar un protocolo seguro y efectivo.
Si aún no aplicas peelings en tu consulta o quieres perfeccionar la técnica, este es tu momento.
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